martes, 28 de septiembre de 2010

Mi vida, como Dios le dé a entender

Se preguntará usted, joven lector contemporáneo, el dónde y los porqués de mi agitada existencia, a lo cual sólo puedo responder de la manera siguiente: invénteselo usted mismo.
Ya que no hay mejor manera de complacer a la gente que dándole la razón, sírvase seleccionar en el siguiente test la imagen de mí que le acomodede según su constitución emocional o día de la semana.

1. Cada mañana Montserrat se veía invadida por un deseo irrefrenable de:
a) fallecer atropellada por un camión urbano.
b) perforarse los oídos para no tener que escuchar las fiestas del vecino narcotraficante.
c) costear la manutención de una familia de siete.
d) todo lo anterior más un refresco.

2. Las lecturas que agitaban el corazón de esta humilde sierva del sistema se resumen en:
a) folletos de contenido sedicioso recomendados por un su amigo de la Tuzanía.
b) periódicos sensacionalistas y una bastísima (sic) selección de revistas de consultorio.
c) libros de concientización, mejoramiento, superación y manutención personal o múltiple.
d) recortes de revistas varias como "Historias del presidio", "Mujeres golpeadoras" o "El libro sentimental" intercaladas con obras maestras del desdén y la desidia.

3. El último trabajo que ejerció, según su entendimiento fue:
a) la abulia occidental en su vertiente más moderna.
b) la queja y el ahorro desmesurado.
c) venta de productos Tupperware.
d) búsqueda infructuosa de un marido millonario.

4. Montserrat es mayormente propensa a:
a) planear suicidios que combinen complicadas interpretaciones de arias y danza folklórica mientras hace fila para algún trámite gubernamental.
b) buscar un empleo seguro que le brinde su dosis cotidiana de frustración tercermundista.
c) la manipulación y explotación descaradas.
d) caminar en círculos.

5. Si Montserrat fuera un país, sería:
a) como Japón, pero con más pornografía.
b) México, siempre fiel.
c) Francia, porque sinceramente huele un poco rancio.
d) uno en el que la gente pueda convivir con mediana indiferencia y respeto a la ley.


Resultados:

Mayoría de respuestas A: Efectivamente, Montse en realidad sigue en Guadalajara, pero se ha mudado a un barrio más bajo donde puede dar rienda suelta a sus sentimientos suicidas y a la drogadicción en un ambiente anarcofraternalista semidescremado, sólo que no contesta su celular por temor a las represalias de una división clandestina de la PFP.

Mayoría de respuestas B: Montse se ganó una beca gracias a un complejo entramado de palancas entre conocidos de conocidos. Con la dichosa beca trabajará como esclava de la SEP sólo para regresar con ínfulas de grandeza y una plaza mediocre de por vida, que le dará lo suficiente para tener una vida mediocre en casa del Infonavit y vacaciones una vez al año en Puerto Vallarta (en temporada baja).

Mayoría de respuestas C: Felicidades, usted ha intuído los mismos motivos ocultos que una hermana de mi madre, según la cual mi progenitora me mandó a Francia a trabajar para mantener a todo el clan Márquez Reynoso.

Mayoría de respuestas D: Así es, Montse se fue a Francia para buscar el hilo que siente haber perdido en un lugar completamente diferente. No sabe si tiene fecha de regreso o si permanecerá en dicho destino. Dedica sus días a preparar complicadísimas recetas que ve en revistas y aún no sabe para qué sirven más o menos la mitad de los quesos que hay cotidianamente en el refrigerador. Se enoja cuando hace frío y lleva dos semanas viviendo de la caridad. Hace un par de días robó impunemente 4Gb de música y todo eso se sintió muy bien.

lunes, 27 de septiembre de 2010

El triunfal retorno de las historias sin coherencia

Una vez más, café en mano, me dispongo a iniciar nuevo blog con la esperanza de no abandonarlo a la segunda entrada como es costumbre. Hecho a destajo y sin muchas pretensiones por lo pronto, irá cambiando cuando me den ánimos de "picarle" a la computadora.

Para que no digan que no digo que no dicen, cambiaré horas feisbu por horas blog entre horas laborales con la esperanza de que alguien, maldita sea, lo lea. Ya que ni skype ni msn funcionan del todo en mi computadora tan molesta, aténganse a leerme o piérdanse en la salada bruma del olvido.

Aquí no hay granjas ni horóscopos ni fotos de mujeres reguetoneras, pero habrá muchas letras y más letras chiquitas y palabras en blanco y cosas aburridas de señora posmoderna que se busca frenéticamente en lugares donde nunca se ha perdido.

Se termina mi espresso y es la hora de volver al vitral de las mentiras cotidianas. Hay un desorden en mi cuarto y una colchoneta enorme que se atraviesa entre su humilde servidora y todos los planes que tiene por delante (hay también una colchoneta espiritual que se interpone comúnmente en mi camino, pero ese es tema para otra ocasión).

Mientras tanto, tome nota de los efectos nocivos que tiene el café sobre cualesquier parte del cerebro a cargo de la toma de decisiones.