lunes, 27 de septiembre de 2010

El triunfal retorno de las historias sin coherencia

Una vez más, café en mano, me dispongo a iniciar nuevo blog con la esperanza de no abandonarlo a la segunda entrada como es costumbre. Hecho a destajo y sin muchas pretensiones por lo pronto, irá cambiando cuando me den ánimos de "picarle" a la computadora.

Para que no digan que no digo que no dicen, cambiaré horas feisbu por horas blog entre horas laborales con la esperanza de que alguien, maldita sea, lo lea. Ya que ni skype ni msn funcionan del todo en mi computadora tan molesta, aténganse a leerme o piérdanse en la salada bruma del olvido.

Aquí no hay granjas ni horóscopos ni fotos de mujeres reguetoneras, pero habrá muchas letras y más letras chiquitas y palabras en blanco y cosas aburridas de señora posmoderna que se busca frenéticamente en lugares donde nunca se ha perdido.

Se termina mi espresso y es la hora de volver al vitral de las mentiras cotidianas. Hay un desorden en mi cuarto y una colchoneta enorme que se atraviesa entre su humilde servidora y todos los planes que tiene por delante (hay también una colchoneta espiritual que se interpone comúnmente en mi camino, pero ese es tema para otra ocasión).

Mientras tanto, tome nota de los efectos nocivos que tiene el café sobre cualesquier parte del cerebro a cargo de la toma de decisiones.

3 comentarios:

  1. ay querida yo (la paula de madrid) le seguiré mientras tenga interneé, ánimo!

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  2. Yo sólo pido a Dios que todos los niños del mundo no conozcan los sufrimientos y las tristezas que tienen los niños que aún están en poder de los enemigos de mi patria, a los que yo envío un beso fraternal...viva España.

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  3. Pues para mi será un placer venir a leer crónicas de no se donde, muy entretenidas, muy paranóicas... como siempre, ¿no?

    :)

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